Autor: Nieves Baranda Leturio (UNED)
Título Artículo: De investigación y bibliografía. Con unas notas
documentales sobre Luisa Sigea
Fecha de envío: 15/5/2006
De investigación y bibliografía. Con unas notas
documentales sobre Luisa Sigea
Una buena investigación solo es posible si se basa en un buen acopio documental. La bibliografía, una de sus herramientas fundamentales, tuvo en tiempos su propio espacio en la formación de los filólogos, pero fue desplazada en aras de una pretendida especialización Ahora que se tienen que diseñar nuevos planes de estudio, quizá no resulte esfuerzo baldío recordar las utilidades de esa disciplina, aunque no sea más que por la autonomía que proporciona en la famosa “formación continua”, tan voceada por autoridades y gurús sociales, o por su ineludible papel de piedra angular en cualquier investigación que pretenda llamarse de calidad.
La muestra más palmaria de lo que
conlleva semejante carencia posiblemente se obtenga cuando se trabaja en la
elaboración de una bibliografía. Entonces se ponen de doloroso manifiesto las
lagunas y excesos en que han incurrido sucesivas investigaciones por el simple
problema del desconocimiento documental. Esto se ha hecho evidente cuando hemos
comenzado a elaborar
Un caso muy evidente para probar
tales afirmaciones nos lo ofrece Luisa Sigea, puesto que se trata, sin duda, de
una de las autoras más citadas y sobre las que más se ha escrito. Su fama tiene
antecedentes muy antiguos, porque ya en vida era mencionada por otros eruditos
y después de su temprana muerte en 1560 (con unos 38 años), su nombre pasó
rápidamente a los repertorios de mujeres sabias, donde se repitió una y otra
vez hasta convertirse en la erudita española del Renacimiento por excelencia.
Estamos ante un caso prácticamente único, porque solo Teresa de Jesús, en gran
medida por razones extra-literarias, la supera. No obstante, la machacona
mención de su nombre en ciertos contextos no llevaba aparejada la divulgación
de sus escritos, reservados a los iniciados, e incluso hoy por hoy no existe
una traducción completa y actual al castellano de lo que nos ha quedado: una
correspondencia menguada, pero significativa en relación a su vida y a su obra,
varios poemas y dos obras mayores en latín: una en verso (Syntra) y otra en prosa (Duarum virginum
colloquium).
Luisa Sigea entró en la historia filológica moderna a la par que el grupo de profesores humanistas del siglo XVI. Editó Syntra Cerdá y Rico en sus Clarorum Hispanorum opuscula selecta, Menéndez Pelayo hizo una traducción al castellano y Adolfo Bonilla y San Martín editó las cartas latinas que hoy se conservan en The British Library[2]. Por su parte, Serrano y Sanz fue el primero en dar a la imprenta el Duarum virginum colloquium, al que sumó otros textos[3], en lo que sigue siendo la edición más accesible de la obra de Sigea, a pesar de que se remonta a 1905. Mucho después, en los años setenta, le dedicó su tesis Odette Sauvage, que publicó posteriormente un estudio y edición con traducción al francés del Colloquium y una edición bilingüe francés-latín de las cartas[4]. Últimamente han retomado el testigo M. Regla Prieto Corbalán en Sevilla con una tesis doctoral (2002) y Susanne Thiemann desde Alemania, con un libro y varios artículos[5].
En lo que se refiere a la biografía
de Luisa Sigea, la documentación que conservamos de su vida es abundante en
comparación con la mayoría de escritoras. Ya desde los Apuntes se daban
noticias fehacientes sobre su padre, el humanista y maestro de nobles Diego
Sigeo, probable artífice de la extraordinaria educación de sus dos hijas, Luisa
y Ángela. Sobre Luisa conocemos, amén de su nacimiento en Tarancón (hacia 1530
según los Apuntes), su vida en la corte de María de Portugal, su matrimonio
con Francisco de Cuevas (1555) y el año de su muerte (1560).
Básicamente con estos mimbres se han hecho bastantes esbozos de su vida, entre otros, la biografía documentada a cargo de L. Bourdon[6]. Su mayor aportación es el adelanto de la fecha de nacimiento de Luisa hacia 1522; explicar cómo Diego Sigeo, criado de doña María Pacheco, se fue a vivir a Portugal acompañando en su fuga a la viuda de Juan de Padilla; y ajustar la fecha de matrimonio a 1552. Por lo demás, la biografía, hace una minuciosa relectura de datos y fuentes conocidos. Así, detalla su posible educación, su vida y relaciones en la corte de la infanta dona Maria y la identidad de su marido “d’une famille très honorable, mais peu fortunée, de Burgos”[7]. Basándose en las cartas conservadas, afirma que de entonces en adelante la situación económica de Luisa Sigea fue muy limitada, porque vivió retirada en Burgos desde 1555 y, a pesar de pretenderlo, no pudo acceder al servicio cortesano más que brevemente. Sus cartas a María de Hungría (1557) para que la aceptara a su servicio en Valladolid; a Felipe II, ofreciéndose para su nueva esposa (1559)[8]; a Honorato de Juan, preceptor del príncipe Carlos[9] (1559); o al Obispo de Limoges, Sebastien de l’Aubespine (¿1560?), para que mediara a su favor[10], parecen apuntar a un estado de necesidad económica y de tristeza que desembocó en su muerte. La carta a Juan de Avellaneda (septiembre de 1560), donde expresa su alejamiento y su falta de gusto por el estudio, termina por rematar ese perfil de abandono erudito y desengaño.
No obstante, en esa biografía
minuciosa de Bourdon había un importante olvido crítico: la aportación de
Ismael García Rámila aparecida en 1958.[11]
El erudito burgalés había exhumado documentos en torno a la familia política de
Luisa, con los que había demostrado que los Cuevas eran una destacada estirpe
de Burgos, uno de cuyos miembros había sido alcalde mayor de la ciudad en 1501.
Diego, hermano de Francisco, fue canónigo de la catedral; y el marido de Luisa,
ya viudo, detentó los cargos de Correo mayor de
Ismael García Rámila, a su vez,
había pasado por alto una tesis doctoral presentada por Sira Lucía Garrido
Marcos en 1955 en
Los documentos más novedosos son los siguientes:[15]
1543. En el Livro de moradia de la reina Dª Catalina, asientos de pagos a “donna Luisa de Sygea, latina”, hasta 16.000 reis en cuatro partes iguales (p. 476)
1550. En el Livro de moradias de la reina Dª Catalina, asiento de un pago de 4000 reis en mayo como parte de sus 16.000 anuales; fueron entregados a Diego Sigeo, que actúa en nombre de su hija Luisa ( p. 477)
1550.
Concesión del grado de bachiller en Teología a Diego de Sigi, hermano de Luisa,
por
1551. Firma de Luisa Sigea “latina” a la recepción de 4000 reis, como parte de los 16.000 anualmente asignados, según el Livro de moradias de la reina Dª Catalina (p. 477)
1551. Nombramiento de Antonio de Sygi (hermano de la autora) como oficial de escribano de Cámara [de Joaõ III] (p. 478)[16]
1552.
Nombramiento del hermano de Luisa, “Dioguo de Syge”, “capillaõ de Duque de
Bragança” como Vicario de
1552. Libramiento de 25.000 reis a Diego Sigeo para el casamiento de su hija Luisa de Sigea (p. 481)[17]
1554. Acta de bautismo de Catrina, hija de Anton Moguo y Angela de Velasco, su mujer. Iglesia de Torres Novas (p. 496)
1556. El rey hace merced a Francisco de las Cuevas [esposo de la autora] de una pensión vitalicia de 10.000 maravedis anuales a partir de 1556. En este documento se le menciona como “criado que fue de la reyna doña Juana” y se aclara que en sus libros tenía asiento “de ayuda de copa”, por lo cual se le había venido pagando hasta ese momento (pp. 502-505)
1556.
Libramiento de salario a Francisco de Cuevas, identificado como “secretario
spañol de su magestad”. La cantidad librada por 8 meses fue de
1557. Francisco de Cuevas se dirige al rey para suplicar que se dé cumplimiento al testamento de su padre, que le otorgaba un juro perpetuo de 3.000 maravedís sobre la villa de Pampliega al fallecimiento de su hermano Pedro de Cuevas sin heredero legítimo (pp. 506-20)[18]
1557. Libramiento de un salario de 356 sueldos y 20 dineros a Luisa Sigea (“Luisa Sigahatin, muger del secretario Cuevas”), que tiene como anualidad 150 ducados (p. 531)
1557. Libramiento de salario de de 245 sueldos y 30 dineros a Francisco de Cuevas, “secretario spañol”, correspondiente al periodo de 1 de julio a 8 de octubre (p. 531)
1557. Libramiento del salario de medio año a Francisco de Cuevas, “secretario de su Magd. spañol”; la cantidad librada fue de 69 sueldos y 10 dineros (p. 531)
1557.
Libramiento de salario a Luisa Sigea;
1559. Testamento de Dª María de Hungría, donde se establece una pensión anual a Luisa Sigea de 56.250 maravedis. La autora queda identificada como “muger de Francisco de Cuevas, secretario que fue de su magestad” (pp. 521-529)
1559. Testamento de Dª María de Hungría, donde se establece una pensión anual de 93.750 maravedís para Francisco de Cuevas. El cargo que ostentaba era de “secretario español” (S. Garrido, pp. 521-529)
[1558-60] Carta de petición de empleo escrita
por Francisco de Cuevas: “Francisco de Cuevas dice que estándose en su casa le
mandaron venir a servir a la serenísima Reina de Hungría de secretario y a la
de Francia de contador y también sirviese Luisa Sigea, su mujer, por las
habilidades que tiene y por haber enseñado a
1572. Primer asiento de pago (4175 maravedís) en los libros de actas del Ayuntamiento de Burgos a Francisco de Cuevas como correo mayor (pp. 583-584).
1577. Manda testamentaria de la infanta Dª Maria para el pago de 12000 reis anuales a Juana de Cuevas Sigea [hija de la autora], mientras presente fe de vida (p. 499)[20]
Ahora sí, con la información completa, debe ser el lector quien haga sus deberes, sume las cifras, tome nota de las fechas, lea las cartas y plantee hipótesis para articular con coherencia datos aparentemente contradictorios.
[1]
Madrid: Biblioteca Nacional, 1903-1905, con sucesivas reediciones en
[2] Francisco Cerdá i Rico, Clarorum
hispanorum opuscula selecta et rariora tum latina, tum hispana magna ex parte
nunc primum in lucem edita, Madrid: Antonio de Sancha, 1781, en pp.
253-270; M. Menéndez Pelayo, Estudios poéticos, Madrid: Imprenta Central
a cargo de V. Saiz, 1878, pp. 95-101; Adolfo Bonilla y San Martín, “Clarorum
hispaniensium epistolae ineditae”, Revue Hispanique, VIII (1901), pp.
296-297.
[3] Apuntes, ob. cit., t. II, pp. 394-471.
[4] El Dialogue de deux
jeunes filles sur la vie de cour et la vie retraite (1552), París: Presses
Universitaires de France, 1970, reproduce con pequeñas variantes la tesis de 3º
ciclo de la autora, presentada en Grenoble, 1967. Contiene una extensa
introducción y la edición del texto original con su tradución al francés; en
colaboración con L. Bourdon publicó una biografía y la edición bilingüe
latín-francés de todas las cartas, “Recherches sur Luisa Sigea”, Bulletin des Études Portugaises, XXXI (1970), pp. 33-176. Esta es
una edición mal conocida por los estudiosos españoles, que a veces la anotan
como un fantasma bibliográfico, a pesar de que su existencia puede ser
contrastada con una simple revisión de los números correspondientes de la
revista, de acceso no particularmente difícil.
[5] La tesis, titulada Luisa
Sigea y su mundo: epistolario latino, consiste en una edición con traducción de las
cartas; en cuanto a S. Thiemann tengo noticia de los siguientes estudios, si
bien aún no los he podido consultar: Vom
Glück der Gelehrsamkeit. Luisa Sigea, Humanistin im 16. Jahrhundert, Göttingen: Wallstein 2006; “Pudicitia cum eruditione
linguarum". Weibliche Latinität am Beispiel der 'vielsprachigen
Toledanerin' Luisa Sigea (1522-1560)”, en Friedrike Hassauer, ed., Querelle des femmes. Göttingen: Wallstein 2006. (En prensa); y “Das Leben als Erzählung. Zur
Problematik biographischen Schreibens am Beispiel der spanischen Humanistin
Luisa Sigea (1522-1560)”, en Querelles-Net. Rezensionszeitschrift für Frauen- und
Geschlechterforschung (Berlin) 18 Biografik – Lebensgeschichten (März 2006)
(http://www.querelles-net.de/forum/forum18/index.shtml); “Weibliche Rede gegen männliche Ordnung? Zu Luisa Sigeas Duarum virginum colloquium de vita aulica et privata”, en Marc Föcking y Bernhard Huss,
eds., Varietas und Ordo. Zur Dialektik von Vielfalt
und Einheit in Renaissance und Barock.
[6] Art. cit., pp. 33-60.
[7] Ibidem, p. 53.
[8] Fechada en Valladolid, expone una síntesis de su vida, incluido su matrimonio y el servicio durante un corto tiempo a la reina de Hungría. Reconoce que a su muerte, aunque les ha dejado dinero, no es suficiente para volver con honra a su patria; pide que dé un puesto a su marido, aunque sea sin pago.
[9] Declara que se siente muy desanimada y solo le da esperanzas las promesas de que su destinatario la apoye y haga llegar el papel que le adjunta a D. García [de Toledo], ayo del príncipe heredero, para que a su vez consiga la carta que necesita.
[10] Le escribe la carta por
indicación de Francesco Canobio, le pide que ponga su nombre a los pies de la
reina, le agradezca no haber desdeñado sus escritos y le asegure sus deseos de
servirla.
[11]
García Rámila, Ismael, “Nuevas e interesantes noticias, basadas en fe
documental, sobre la vida y descendencia familiar burgalesa de la famosa
humanista, Luisa de Sigea, la “Minerva” de los renacentistas”, Boletín de
[12] Publica García Rámila documentos de cesión de juros de los tíos paternos a favor de Juana (art. cit. II, pp. 567-572), así como sus capitulaciones matrimoniales, la escritura de dote y arras, la tasación de bienes y un documento de constitución de mayorazgo de 14.000 ducados, art. cit., III pp. 465-492. En conjunto se diría que estamos ante una sólida fortuna.
[13]
Tesis inédita de
[14] Pedro Laínez,Obras,
ed. de J. de Entrambasaguas, col. de J.
de José Prades y L. López Jiménez,
Madrid: CSIC, 1951, t. I, pp. 274-277 y II,
pp. 163-170.
[15] Se pone entre paréntesis la página de la tesis.
[16] Aunque transcribe el documento, consigna que ya había sido publicado anteriormente
[17] Ya antes exhumado por Luís de Matos, Les portugais en France au XVIe siècle. Études et documents, Coimbra: Universidade, 1952, pp. 322-323.
[18] La carta de privilegio sobre la villa de Pampliega había sido concedida por la reina doña Juana en 1509. En este documento se identifica a Francisco como hijo 3º del matrimonio y se nos informa de que era nieto de Alonso de Cuevas, “vezino y regidor de la çiudad de Burgos” (p. 516)
[19]
Después de 1558, cuando muere
[20] S. Garrido remite a Gomes de Brito, “As tenças testamentarias da Infanta D. Maria”, Archivo Historico Portuguez V (1907), pp. 103-128, 228-234, 307-314, 367-383; VI (1908), pp. 21-41, 138-149, 202-224, 285-292; en VIII (1910), pp. 1-14. El registro del fallecimiento de “dona Joanna Sygea”, que no “Cuevas”, a diferencia de cómo figura en los documentos burgaleses, es de 1593.