destino desierto de ernesto caballero
1 Una improvisada sala de recepción de lo que parecen ser unas modernas oficinas de una agencia de viajes. Reina cierto desorden, como si no estuviera acabada de instalar. Pocos muebles: apenas unos sillones, una mesa baja y poco más. Sólo hay una puerta de acceso que comunica con una pequeña antesala que da a la calle. En un principio la estancia está vacía e intensamente iluminada.
Al cabo de unos instantes aparece MARTA, mujer de edad media vestida de forma convencional. Algún que otro detalle "kalchaqui" denota en ella lejanas reminiscencias contestatarias. Se la ve algo cohibida. Parece buscar a alguien en silencio. Comprueba la hora en su pequeño reloj de pulsera. No sabe qué hacer. Enciende un cigarro. Se abanica absurdamente con un sobre abierto que trae en la mano. Observa el lugar con retraimiento, como si se sintiese observada. En un momento dado entra ELOY. Lo hace de forma resuelta y decidida. ELOY parece algo más joven, pero sólo eso: lo parece. Viste un desenfadado traje de diseño con una camisa de atrevido estampado. A pesar de "la marca" de su atuendo no llega a parecer elegante. Algo en él delata un mal disimulado esfuerzo por recubrirse de un cosmopolitismo del que carece.
ELOY.- Buenas tardes.MARTA.- Buenas tardes.
ELOY y MARTA .- (Tras un pequeño e incómodo silencio) Yo venía...
ELOY.- ¿Sí?
MARTA.- No, diga.
ELOY.- No, le decía.
MARTA.- ¿Sí?
ELOY.- ¿Eh?
MARTA.- ¿Qué?
ELOY.- No, que venía a ...
MARTA.- ¿A?
ELOY.- Pero bueno, puede que usted haya venido a lo mismo.
MARTA.- Yo ...
ELOY.- ¿No es usted de aquí?. Me refiero a este lugar.
MARTA.- No, yo acabo de llegar.
ELOY.- Lo siento, la he confundido.
MARTA.- Entonces usted también ...
ELOY.- (Mostrando un sobre similar al de Marta) Premio.
MARTA.- Enhorabuena.
ELOY.- Igualmente.
MARTA.- En fin, ya somos dos.
ELOY.- Pues podemos presentarnos. Eloy.
MARTA.- Marta.
ELOY.- ¿Seremos muchos?
MARTA.- No lo sé. Ni idea.
ELOY.- ¿No hay nadie por aquí?. ¿Ningún encargado?.
MARTA.- Yo no he visto a nadie. Estaba abierta la puerta y ... bueno, me he decidido a entrar.
ELOY.- Pues sí que es extraño. Bueno, todavía falta un poco para la hora.
MARTA.- Sí, creo que nos hemos adelantado.
ELOY.- Alguien viene.
Entra LAURA. Edad difícil de precisar, tal vez más joven de lo que aparenta, o puede que al contrario. Viste con recato y austeridad aunque algún toque moderno esquiva en algo la ranciedumbre que desprende. Efectivamente, LAURA es consciente de que ha de camuflar su sistema de valores ante los tiempos que corren, en parte por pusilanimidad y en parte por una interesada necesidad de adaptación.
LAURA.- Buenas tardes.ELOY y MARTA.- Buenas tardes.
LAURA.- Venía por lo del premio.
ELOY.- Pues no sabemos bien, supongo que sí, aquí debe ser.
LAURA.- ¿Es verdad?
ELOY.- ¿Cómo dice?
LAURA.- Que si es verdad lo del premio.
ELOY.- Pues ya le digo que no sé ...
LAURA.- ¿No es usted de aquí?
ELOY.- Pues no, precisamente ...
MARTA.- Creo que estamos aquí por lo mismo.
LAURA.- ¿A ustedes también ... ?
MARTA.- Eso parece.
LAURA.- Me llamo Laura.
ELOY.- Eloy.
MARTA.- Marta.
LAURA.- ¿No les parece algo maravilloso?
ELOY.- Todavía no sabemos nada.
LAURA.- Sabemos lo que dice esta carta.
ELOY.- Yo no termino de creérmelo.
LAURA.- Pero ha venido.
ELOY.- Curiosidad. Y no descarto nada. Usted también al entrar por esa puerta lo primero que ha hecho ha sido preguntar si era verdad.
LAURA.- Es que... no, por qué no va a ser verdad. Pero como a mí nunca me pasan estas cosas.
ELOY.- Mujer de poca fe.
LAURA.- Nada de eso. ¿De qué iba a haber venido si no?.
ELOY.- No he querido ofenderla. Sólo era una expresión.
LAURA.- A veces se habla por hablar.
ELOY.- Pues sí.
LAURA.- Se sueltan frases, palabras de todas clases, que uno no se ha parado a pensar. Se dicen por decir, porque uno las ha oído por ahí y va y las suelta. Como un magnetófono.
ELOY.- En fin, me parece un poco exagerado.
LAURA.- No, no como un magnetófono. Como papagayos, como auténticos papagayos.
ELOY.- ¡Señora!.
Entran GLORIA y ANDRES.
GLORIA es una mujer menuda que viste con cierta elegancia funcional. Destaca en ella su acusada desenvoltura a la hora de establecer relación tanto con la estancia que diríase que conoce de otras ocasiones, como con las personas que acaba de conocer, a las que de inmediato dispensa un trato que sin llegar a la familiaridad denota un don de gentes bastante acusado. A veces su trato resulta algo artificial, y entonces suscita recelo y desconfianza en sus interlocutores. Cuando el cansancio la detiene se torna irreconocible.
ANDRES, por su parte, inspira casi todo lo contrario. Es tosco y vehemente en su expresión. Conserva, sin embargo, un vago atractivo debido, tal vez, a una herida que apenas puede disimular su actitud desabrida. El exceso de seguridad de que hace gala, la violencia con que se aferra a su discurso delata precisamente un fracaso vital que a veces le ennoblece. El, por supuesto, no es consciente de esta circunstancia. Viste de forma anodina con vulgaridad y desaliño. No llega a resultar hortera.
ANDRES.- (A Gloria) Pues aquí debe ser.GLORIA.- (Divertida) Qué gracia tiene todo esto. (De pronto repara en los presentes). Buenas tardes. ¿Qué tal están?
(Saludos)
GLORIA.- Como les veo con la carta deduzco que estamos para lo mismo. Buenas tardes, soy Gloria.ANDRES.- Andrés.
ELOY.- Eloy.
MARTA.- Marta.
LAURA.- Laura.
ANDRES.- ¿Quién es el responsable?
LAURA.- ¿De qué?
ANDRES.- ¿De qué va a ser?. De todo esto.
LAURA.- Todavía no sabemos nada.
ANDRES.- ¿No les han dicho nada?
LAURA.- Nada.
MARTA.- ¿Ustedes tampoco ... ?
ANDRES.- ¿Tampoco qué?
ELOY.- Por un momento pensamos que ustedes eran de la agencia.
GLORIA.- ¿Nosotros?. (Se ríe un tanto desaforadamente). No, no, si no nos conocemos.
ANDRES.- Nos hemos conocido en la entrada.
GLORIA.- Esto es buenísimo. La verdad es que no me arrepiento de haber venido. Haya viaje o no.
LAURA.- ¿Cómo no va a haberlo?
ANDRES.- ¿Nadie les ha recibido?. ¿Ningún encargado?
MARTA.- Nadie.
ANDRES.- Pues sí que empezamos bien.
ELOY.- Debe estar pensado.
ANDRES.- ¿El qué?
ELOY.- Pues esto, crear un poco de suspense. Estoy seguro de que está todo pensado. Aparecerán en su momento. Son sistemas nuevos. Americanos.
ANDRES.- Lo que nos faltaba.
MARTA.- ¿No tendrá usted que ver con todo esto?
ELOY.- Descuide, que aunque conozco la publicidad, aquí estoy tan de nuevas como cualquiera de ustedes.
ANDRES.- Entiendo. Es lo que me imaginé desde un primer momento, ni premio ni nada. Sólo un reclamo para vendernos cualquier estupidez. No sé qué hago aquí.
GLORIA.- Bueno, todavía no sabemos nada.
Entra WALKIRIA.
Es una mujer joven que viste estrafalariamente. Su vestimenta resulta de un eclecticismo cargante en el que de mala manera se avienen la moda colorista del estilo grunge, la ya retórica aspereza punk y la volatilidad andrógina de las raperas adolescentes. Evidentemente, WALKIRIA ya no es una adolescente. Con todo, conserva una inocencia congénita que resalta sobre todo en los momentos en que trata de autoafirmar su "modus vivendi". Hay algo en ella, una suerte de fragilidad desprendida de un vago tono de disculpa en su voz que de forma casi igualmente imposible se conjuga con una mórbida sensualidad.
LAURA.- ¿Tú también vienes para lo del premio?GLORIA.- Ya somos seis.
WALKIRIA.- ¿También vosotros?
ANDRES.- También.
WALKIRIA.- ¿Y de qué va la cosa?.
MARTA.- Estamos esperando que alguien nos informe.
WALKIRIA.- ¿Nadie sabe nada?
MARTA.- Lo mismo que tú.
ELOY.- Lo que dice la carta.
WALKIRIA.- ¿En todas pone lo mismo?
ANDRES.- Eso parece.
ELOY.- (Lee) "Nos es grato comunicarle que ha sido usted agraciado con un maravilloso viaje a Tierra Santa, concretamente al desierto de Judá. Sólo hay un lugar en el mundo donde la leyenda vive en el desierto..."
WALKIRIA.- "...en Masada, los zelotes prefirieron sucumbir antes que someterse a la opresión." ¿Qué opresión?
ANDRES.- La de los romanos.
WALKIRIA.- Que mal.
ANDRES.- Pues sí.
GLORIA.- En el Mar Muerto se puede flotar sin esfuerzo debido a la densidad del agua.
Sin que el grupo se haya percatado, ESTEBAN ha aparecido.
A buen seguro si uno se parase a averiguar su edad lo haría con bastante precisión, pero ESTEBAN forma parte de esa clase de personas en quien nadie se molesta en un esfuerzo semejante. ¿Qué nos importa su edad?. Tampoco su aspecto externo despierta mucho interés. Viste modestamente sin ninguna voluntad de estilo. Cuando trata de darse importancia lo hace compulsivamente provocando con ello en los demás una extrañeza rayana en la provocación. A menudo pierde el sentido de la oportunidad. Ha entrado, como decimos, inadvertidamente. Parece observar al grupo con notable interés. Finalmente decide intervenir.
ESTEBAN.- El agua del Mar Muerto es tan densa y salada que hace imposible cualquier clase de vida. De ahí su nombre. Existe un curioso mosaico en el que aparecen los peces bajando por el Jordán, pero al llegar al Mar Muerto huyen contracorriente. Qué cosas.(Silencio)
Menuda sorpresa, ¿verdad?. Un viaje, ni más ni menos que todo un viaje al desierto de Judá. Fenomenal, ¿no?(Nadie contesta)
Caramba, parece que se han quedado de piedra. O como estatuas de sal, que viene más al caso.(Silencio)
GLORIA.- ¿Quién es usted?ESTEBAN.- Me llamo Esteban.
GLORIA.- ¿Y?
ESTEBAN.- ¿Y?
GLORIA.- ¿No tiene usted nada que decirnos?
ESTEBAN.- Buenas tardes.
GLORIA.- ¿No es usted de la agencia?
ESTEBAN.- ¿Yo?. No, se equivoca. Yo estoy aquí como uno más de ustedes.
WALKIRIA.- ¿Como uno más?
ESTEBAN.- Yo también he acudido a recoger mi premio.
MARTA.- Todo esto empieza a resultar muy extraño.
ELOY.- Desde luego, ya podía haber aparecido alguien a dar explicaciones.
LAURA.- Paciencia.
ANDRES.- Pero cómo podemos ser tan incautos. Al final ya verán en qué queda lo del viaje.
MARTA.- Tampoco hay que perder la ilusión.
ESTEBAN.- ¿Cómo ha dicho?
MARTA.- He dicho que no había que perder la ilusión.
ESTEBAN.- ¿Y por qué?
MARTA.- ¿Por qué qué?
ESTEBAN.- ¿Por qué dice eso de que no hay que perder la ilusión?
MARTA.- (Cada vez más desconcertada) No sé, sólo es una frase.
ESTEBAN.- Una frase.
MARTA.- Anda que...
GLORIA.- Bueno, ¿y qué se hace en estos casos?
LAURA.- Esperar, depende de para qué.
GLORIA.- Veinte minutos, en todo caso. Les advierto que soy una mujer que sólo espera veinte minutos, en todo caso.
ANDRES.- Yo menos, yo sólo quince, quince minutos.
ELOY.- Pues yo ni eso, yo ni eso. A mí si me hacen esperar más de cinco, me voy por donde he venido.
MARTA.- Pues yo espero dos horitas, si merece la pena.
WALKIRIA.- ¿Es que lleváis un buen rato?.
ELOY.- Sí, un buen ratito.
GLORIA.- Y nadie.
LAURA.- Nadie.
ANDRES.- Nadie.
(Silencio)
GLORIA.- Bueno, definitivamente esto parece una tomadura de pelo. ¿Qué hacemos?.LAURA.- No sé... yo... yo no quiero pensar que sea mentira. Aunque no sé, he tenido que dejar cerrada la tienda.
ELOY.- Bueno, ¿entonces?.
MARTA.- ¿Entonces?
ELOY.- Nos vamos, ¿no?.
GLORIA.- Sí, es lo suyo. Sólo nos faltaba tener que esperar toda la tarde por esta tontería del premio.
O S C U R O
2
El mismo lugar al cabo del tiempo.
MARTA.- A lo tonto, a lo tonto ...
ANDRES.- Váyanse, váyanse si quieren. No me importa quedarme solo.
GLORIA.- ¿Y eso?.
ANDRES.- No, si estoy acostumbrado a quedarme solo, no, no me importa, yo, por principios, entiéndanme, yo me siento obligado a quedarme para exigir, sí, exigir responsabilidades, porque digo yo que tiene que haber algún responsable, y yo, ya digo, yo pienso quedarme a cantarle las cuarenta al responsable de todo este fraude. No, no me importa quedarme todo el tiempo que sea necesario. Es cuestión de ética. Para mí la ética está por encima de cualquier cosa. Váyanse, váyanse.
WALKIRIA.- Oye, que se vaya el que quiera, yo estoy bien aquí.
ELOY.- Debe estar pensado. Crear un poco de suspense. Yo pienso que esto es un sistema de venta encubierta. Como hoy, excepcionalmente, dispongo de algo de tiempo, me voy a quedar para comprobarlo.
LAURA.- Yo también creo, sí, creo que voy a quedarme a esperar un ratito.
MARTA.- Sí, por qué no, hay que saber ver el lado positivo de las cosas.
GLORIA.- Dios mío, esto es buenísimo. Yo también voy a quedarme un rato.
ESTEBAN.- Pues estupendo. Me encanta que seáis mis compañeros de viaje. ¿Cómo os llamáis?.
(Según van diciendo sus nombres, Esteban los repite.)
GLORIA.- Gloria.WALKIRIA.- Walkiria.
ANDRES.- Andrés.
ELOY.- Eloy.
LAURA.- Laura.
MARTA.- Marta.
ESTEBAN.- Esteban, ya saben.
LAURA.- Como el profeta.
ESTEBAN.- ¿Cómo qué profeta?.
LAURA.- Como el profeta Esteban.
ESTEBAN.- Sí, claro.
GLORIA.- Yo, estas cosas, digo que estas cosas hay que hacerlas, hay que mezclarse, convivir con toda clase de gente. Sin prejuicios, yo he venido aquí diciéndome, por qué no, esto de los premios, una cosa tan popular, por qué no, total, procuro hacerlo siempre, y no tengo por qué, viajo mucho, saben, sí, viajo, y en los países pobres, muchas veces prefiero, y no tengo por qué hacerlo, prefiero alojarme en hoteles de menor categoría, para conocer de cerca, compartir, la realidad de aquellos pueblos, ya digo, subdesarrollados, con esa pobre gente subdesarrollada, ya digo que no tengo por qué hacerlo, pero lo hago, porque a mí, aunque no lo sea en absoluto, me gusta sentirme una más, una igual que todos, una igual que ustedes. Así que aquí estoy. Aquí me tienen.
MARTA.- Bueno, aceptando, y me resisto a aceptarlo, pero vamos, aceptando que lo del viaje quede en agua de borrajas, aceptando eso, digo, no sé, ¿no les parece una ocasión maravillosa de establecer, no sé, una relación, una experiencia entre nosotros nueva, verdadera, comunicativa, porque cuándo si no, a ver cuándo si no vamos a gozar de una oportunidad como ésta de reparar los unos en los otros, ¿Dónde?, ¿en la calle?, ¿en el metro?, ¿en el trabajo?, ¿en casa?. Qué pena, si lo llego a saber traigo la guitarra, sí, podríamos cantar, me encanta y no lo hago mal, una confidencia, antes, en la facultad, hace ya unos cuantos años, antes me llamaban, ¿saben cómo me llamaban?. Marta, la Joanbaez, ya saben por qué. "... No ... no... no nos moverán...".
WALKIRIA.- Sí, estoy bien aquí, que no, mejor que en la calle, si, mejor, aquí me quedo, sí, estoy sin casa, esta mañana, precisamente esta mañana nos han echado, de casa, de nuestra casa, de la casa que habíamos okupado, sí, okupado, con k, que no, pues sí, esta mañana, precisamente esta mañana, a patadas, nos han echado a patadas, sí, y a patadas, también nosotros, a patadas nos hemos resistido, nosotros también, que no, a patadas, aquí en mis botas hay marcas, mirad, no, no lo han tenido fácil, no, que no, no lo han tenido fácil, para nada, no, qué va, nos gusta dar guerra, que no, y así mi nombre Walkiria, mi nombre de guerra, un nombre de guerrera, Walkiria, aquí me quedo hasta que me echen... oye, en serio que estas marcas en mis botas son de verdad, que no...
ESTEBAN.- Walkiria...
WALKIRIA.- Sí, es el nombre alternativo al que me pusieron en el bautismo.
LAURA.- Seguro que era bien bonito.
WALKIRIA.- A mí no me gustaba.
ESTEBAN.- ¿Y este?.
WALKIRIA.- ¿Este?.
ESTEBAN.- Este otro nombre. ¿Te gusta?.
WALKIRIA.- Claro.
ESTEBAN.- Claro. ¿Y tu casa?.
WALKIRIA.- ¿Mi casa?.
ESTEBAN.- ¿Te gusta?.
WALKIRIA.- Yo no tengo casa.
ESTEBAN.- ¿Y la de tus padres?.
WALKIRIA.- Paso.
ESTEBAN.- Con lo bien que se está en la casa de los padres.
WALKIRIA.- Yo no.
ESTEBAN.- Claro, claro.
(Silencio)
ANDRES.- Esta situación me recuerda, me recuerda al famoso encierro de la huelga de banca. Así, como ahora llegó un momento en que nadie sabía qué hacer, nadie. En un momento dado, recuerdo, parece que lo estoy viendo, en un momento dado tomé la palabra y me dirigí a mis compañeros, así, compañeros, creo que ahora ha llegado el momento de movilizarnos. Todo tiene un límite. Ya lo dijo Mao: "sólo los problemas que no tienen solución son verdaderos problemas".MARTA.- ¿Cómo?.
ANDRES.- Bueno, dijo algo parecido. Así que me parece que ha llegado el momento de que nos movilicemos. Bien, ¿estamos de acuerdo, compañeros y compañeras, en que nos movilicemos?
(Todos callan excepto Walkiria)
WALKIRIA.- Pues claro que sí.ANDRES.- Bien, lo primero que tendríamos que hacer antes de movilizarnos es conocer cual es la realidad objetiva sobre la que operar. ¿De acuerdo, compañeros y compañeras?. Bien, ¿qué tenéis que decir?
(Silencio. Al cabo interviene Marta algo cohibida)
MARTA.- ¿Sobre qué?ANDRES.- Sobre la realidad objetiva.
(Al cabo de unos instantes todos se van desentendiendo de Andrés)
Está claro, lo de siempre. Al final siempre se queda uno solo dando el callo. Lo de siempre. Son los tiempos que corren, aquí nadie se moviliza ya por nada. Qué triste. Qué triste. Al final uno se queda solo. En todo le dejan a uno solo porque lo que no se lleva hoy en día es la ética y la coherencia. Los amigos, los antiguos amigos todos o aburguesados o colocados. Aquí si no trepas, si te mantienes coherente ya sabes lo que te pasa, te quedas solo. Solo en todo. Y en el trabajo, allí más solo que la una, la gente se vende por un plato de lentejas, nadie mueve un dedo, nadie protesta, y así nos va, qué tristeza, qué país, a uno no le perdonan la coherencia, hasta en el amor, sí, uno las trata de tú a tú, igualdad y todo eso, pero en el fondo eso no les gusta, en qué quedamos, un poco de coherencia, por favor, y hasta en el bar, al final se queda uno solo en el bar porque yo aguanto lo que me echen, a mí no me tumba nadie. Nadie. Ni Dios.LAURA.- Haga el favor de tener cuidado con lo que dice.
WALKIRIA.- Eso, que a lo mejor hay gente que se mueve más que tú.
ANDRES.- Ya me extraña. Llevo veinte años de enlace sindical. Sé de lo que hablo. Sé lo que es moverse.
(Esteban se levanta y camina).
¿Qué hace?.ESTEBAN.- Estiro las piernas. Como usted.
ANDRES.- ¿Como yo?.
ESTEBAN.- Me muevo. El movimiento se demuestra andando. No... no... no nos moverán. (Se encuentra con Eloy). Eloy... ¿todavía sigue aquí?.
ELOY.- Pues sí, he decidido quedarme, sí, quiero decir que de momento me quedo, sí, me quedo para...
ESTEBAN.- ¿Para?.
ELOY.- Pues para...
ESTEBAN.- Para confirmar sus sospechas.
ELOY.- Exactamente, para confirmar mis sospechas.
ESTEBAN.- Claro, claro, ¿usted cree que nos quieren vender algo?.
ELOY.- Exacto.
ESTEBAN.- ¿Y el premio?.
ELOY.- ¿Por qué no? Nos utilizarán, nos harán fotos de promoción, pero, por qué no.
ESTEBAN.- ¿Entonces cree que sí?.
ELOY.- No, yo no he dicho que sí. He dicho por qué no. Son dos cosas bien distintas. No es lo mismo quedarse por un porque sí a quedarse por un porque no. Sepamos distinguir.
ESTEBAN.- Pues claro, por qué no.
ELOY.- A veces a uno le toca así como el que no quiere la cosa, le toca algún premio de improviso. A mí, por ejemplo, bueno, lo comento porque viene al caso, a mí hace poco me regalaron una colección de videos pornográficos sólo por vivir cerca de una sex-shop que acaban de abrir en mi calle. ¿Por qué a mí, sólo a mí, y a ningún otro vecino?. Misterio. Sí, misterio. Misterio. Pero no, no vayan a pensar, no, por favor, no, bueno, pornográficos depende, depende de cómo se miren, con qué ojos, con ojos de creativo se pueden ver las cosas de otro modo, la pornografía también puede ser, puede ser arte, sí, arte, pornoart, porque por qué no, por qué no un artista no va a poder trabajar con esos materiales, sí, me refiero a la pornografía, a mí me gusta, no la pornografía así a palo seco pero poniendo otros ojos, ojos de creativo, la pornografía es otra cosa, sepamos distinguir, por favor. Mappelthorpe, por favor, Passollini, por favor, Benetton ... eso sí, por favor, no nos pongamos puritanos, es una cuestión de sensibilidad, de refinamiento, lo que para unos es zafio y grosero a otros nos resulta divertido, elegante y original, por eso estoy aquí, esto, ya sé, esto de los premios, ya lo sé, esto es una horterada y los que acuden a esto, a esto de los premios, son gentes horteras y vulgares. Pero para mí, que tengo ojos creativos hasta esta horterada puede, vamos, si se tiene sensibilidad y un poco de buen gusto, puede, digo, puede resultar una experiencia, ya digo, divertida, elegante y original. Kitch.
(Silencio)
GLORIA.- Lo que a mí me fastidia, vamos, a mí me fastidia, es que esta gente tenga nuestra dirección.ANDRES.- Hoy en día disponen de nuestros datos personales con total impunidad. Estamos completamente controlados. Con nosotros hacen lo que les da la gana. Y ...
ESTEBAN.- Siga, siga, es muy interesante lo que dice.
ANDRES.- (Algo contrariado) Sí, desde luego.
ESTEBAN.- ¿Y quién?. ¿Quién cree usted que es quien nos controla hasta ese punto?
ANDRES.- Bueno, sería complejo de exponer. Digamos que ...
WALKIRIA.- El sistema.
ANDRES.- Eso, el sistema.
MARTA.- Sí, sí, el sistema.
ELOY.- El sistema.
LAURA.- ¿Qué sistema?
GLORIA.- El sistema.
ANDRES.- El sistema.
ESTEBAN.- Claro.
ANDRES.- Así es. Siempre ha sido así. La historia, aunque hoy no esté bien visto decirlo, la historia es una ciencia tan exacta como las matemáticas. El que no se doblega sucumbe como esos infelices de Masada.
ESTEBAN.- ¿Y usted?
ANDRES.- ¿Yo?
ESTEBAN.- ¿Se ha doblegado?
ANDRES.- Lo justo para sobrevivir.
ESTEBAN.- Ya. Muy interesante, muy interesante ...
(Silencio)
WALKIRIA.- Pues yo no, para nada, no, yo no me lo creo, no, para nada, no, no me creo que haya que dejarse invadir, no, nadie tiene derecho a ocupar a nadie, no, para nada, desde que te controlan ya te están invadiendo, la gente no sabe hacer otra cosa, control, control, control, a mí que me dejen a mi aire, a mi aire, pero a veces, a veces qué difícil te lo ponen, mis padres, a veces, que si qué horas, que si qué gente, que si qué formas, que si qué haces, que si que pierdes el tiempo así, y yo les digo qué tiempo, el mío, sí, pues sí, es mío, mi tiempo, yo lo controlo, mi tiempo, este es mi tiempo y yo no lo pierdo, yo lo controlo, igual que el cuerpo, este es mi cuerpo y hago lo que quiero, que por algo es mío, y este es mi pelo y de nadie más, no es de mi madre ni de nadie más y me lo pinto como si quiero ponerme trenzas, así de tiesas, como Pipicalzaslargas, esa sí que era auténtica, ¿que no le gusto a nadie?, bueno y qué, me gusto a mí, hago lo que quiero, cualquier cosa, cualquier cosa con mi propia persona, con mi pelo, con mi cuerpo y con mi tiempo. Este tatuaje, aquí pone "Time is on my side", que quiere decir "el tiempo está de mi lado". Hay que vivir al día, por eso estoy aquí, un viaje inesperado. Time is on my side, al día. Pipicalzaslargas sí que era auténtica, que no.(Silencio)
LAURA.- He tenido que dejar cerrada la tienda. Tengo una pequeña tienda de artículos de limpieza. Hoy no ha podido venir mi madre. Me ayuda en la tienda, en mi pequeña tienda de artículos de limpieza. No están las cosas como para que a una le hagan perder el tiempo. Ahora no sé qué hacer, porque dejar cerrada la tienda significa que en caja no haya ingresos, significa apuros, sí, dificultades, ahora con tantos impuestos, demasiados impuestos para tan pocos servicios, para tan poca limpieza, para tan poca seguridad, para tan poca educación y cultura de la decente. Dejar cerrada la tienda, eso significa apretarse el cinturón, perder, yo la primera, perder poder adquisitivo, porque yo aunque soy pequeña comerciante también yo también soy consumidora, una pequeña consumidora con un pequeño poder adquisitivo que no puede permitirse demasiadas alegrías ni en su pequeño establecimiento ni en su pequeña y honrada cesta de la compra.ESTEBAN.- El pequeño comercio es el pequeño comercio.
LAURA.- Así es.
ESTEBAN.- Y el pequeño negocio es el pequeño negocio.
LAURA.- Sí señor.
GLORIA.- Mire por donde, por su culpa voy a perder dinero.
LAURA.- ¿Por mi culpa?.
GLORIA.- Trabajo en una empresa que se dedica a fabricar artículos de limpieza. Soy jefe de optimización del rendimiento personal, aunque estoy a punto de ascender a jefe de optimización del rendimiento general, personal y material. Hay mucha diferencia, ¿saben?, no es lo mismo jefe de optimización del rendimiento personal que jefe de optimización del rendimiento general, personal y material. Llevo mucho tiempo detrás de una oportunidad así. Jefe de optimización del rendimiento general supone mayor implicación con la empresa. Por tanto, ya les digo, jefe de optimización del rendimiento general, personal y material, es otra cosa, otra cosa en sí misma y otra cosa para mí misma, me explico. Quiero decir que yo, yo misma no soy la misma, la misma persona, como jefe de optimización del rendimiento personal que como jefe de optimización del rendimiento general, me explico, quiero decir que, aparte del incremento en mis ingresos, tendré, porque el ascenso es cosa hecha, tendré digo, un compromiso mucho mayor con la empresa, mayor implicación y eso, qué quieren que les diga, eso, para una persona como yo, para una persona a quien le gusta implicarse, sí, implicarse en todo aquello que merece la pena, que supone algún enriquecimiento personal para mí misma y social para los demás, me refiero al resto de los ciudadanos, o es que nunca se han parado a pensar qué sería de nosotros si nos faltasen los detergentes. ¿Me explico?.
ESTEBAN.- Yo no le he entendido bien. ¿Podría repetirlo?.
GLORIA.- Yo...
ANDRES.- Que la van a ascender.
ESTEBAN.- Ah, era eso. Pues qué bien, ¿no?. La van a ascender. Enhorabuena. Un aplauso. Un aplauso para ella. (Y aplaude).
GLORIA.- Bueno, ya está bien.
ELOY.- ... los polvos mágicos de la mujer del siglo XXI...
GLORIA.- Esos, precisamente...
ELOY.- Nosotros, bueno, nuestra agencia, se encargó de esa campaña.
GLORIA.- ¿De veras?. Bueno, esas cosas no dependen de mí, no sé si les he dicho que soy ... bueno, en cualquier caso, la publicidad no es competencia de mi departamento.
MARTA.- Pues yo, les pareceré un bicho raro, pero yo, precisamente cuando voy a una droguería, les parecerá una manía, pero procuro adquirir las marcas más desconocidas, aquellas que no se anuncian, qué quieren que le haga una, una es así, a una le pone bastante nerviosa sentirse así de utilizada. Perdone que le diga que esa liberación del ama de casa con esos polvos mágicos resulta de un pésimo gusto.
ELOY.- Tal vez, pero funciona. Esta señora se lo puede confirmar.
GLORIA.- Ya lo creo.
LAURA.- (A Marta) Pues lo suyo no es muy normal. Se lo digo como comerciante, pequeña comerciante que soy. La gente suele hacer todo lo contrario. No se fía de las marcas que no salen anunciadas en la televisión.
ANDRES.- Sí, compañera. Estoy contigo. Contra la manipulación de los medios.
ELOY.- Bueno, bueno, voy a terminar ofendiéndome. Diseñar una buena campaña, una buena campaña de publicidad requiere muchas horas de trabajo, de estudio, todo un equipo trabajando para sintonizar, sí, esa es la palabra, para sintonizar con el consumidor, créame, nosotros no hacemos más que concretar las demandas de la gente, nuestras campañas no consisten ni más ni menos que en eso, concretar, concretar, concretar, los deseos latentes de las personas que, como ustedes, porque ustedes no son distintos al resto de la gente, los deseos latentes, digo, de quienes buscan, buscamos lo mejor para nuestras vidas, lo mejor, sí, lo mejor, y a veces, muchas veces, no sabemos donde se halla lo mejor. (Eloy ha terminado exaltándose).
ESTEBAN.- Me ha gustado lo que acaba de decir. ¿Sabe?, al fin y al cabo creo que todos hacemos lo mismo y muy pocos se atreven a declararlo con tanta franqueza. "Concretar los deseos latentes", fenomenal, ¿no?.
(Silencio)
MARTA.- Yo ya me estoy viendo sentado en las dunas, asistiendo al impresionante espectáculo del atardecer en el desierto.ESTEBAN.- ¿Dónde se le da mejor cantar?
MARTA.- ¿Cómo que dónde?. No le entiendo.
ESTEBAN.- Me refiero a si prefiere cantar al aire libre o en un recinto cerrado como este.
MARTA.- Bueno, yo suelo hacerlo en casa. A última hora de la tarde. Ya sabe, esa hora un poco melancólica en que... en cualquier caso me gustaría... bueno, me gustaría ir acompañada, es lo natural, viajar acompañada de mi compañero, me sentiría más protegida, no sé por qué no dice nada de que el viaje es para dos personas... entiendo, puedo llegar a entender que el premio, que la agencia sólo costee un solo viaje, un viaje individual para una persona, no es lo corriente en estos casos pero puedo llegar a comprenderlo, a asumirlo, pero supongo, vamos es de cajón suponerlo así, que no habrá ningún inconveniente en viajar con un acompañante, en este caso mi compañero, aunque él, mi compañero deba costearse él personalmente, y digo que se lo tiene que costear él porque él es el que trabaja, de momento, claro está, de momento trabaja él, ya me tocará a mí, digo que él si quiere, cómo no va a querer, y si puede, ese ya es otro cantar, demasiado trabajo, pero vamos no creo que haya ningún inconveniente siempre y cuando pueda acompañarme él, cosa que desgraciadamente no va a poder suceder ya que mi compañero viaja mucho, siempre está muy ocupado, ¿saben?, es ingeniero de sonido, muy competente, nuestros más importantes cantautores se pegan por él, él, mi compañero, ojalá pueda ...
ANDRES.- Si no puede aquí me tienes. Me encanta Serrat. Ya veréis qué bien nos lo vamos a pasar.
LAURA.- Oiga, y en ese lugar, yo me pregunto, en ese lugar estaremos a salvo de conflictos bélicos.
ANDRES.- Descuide, que los americanos nos protegen.
ELOY.- Sí, ese lugar esta protegido. Se trata de una zona turística repleta de lugares interesantes.
GLORIA.- Yo he viajado mucho por el mundo, con la empresa tengo ocasión de viajar mucho, conozco muchos países, casi todos, excepto Israel, fíjate qué casualidad. Pero ahora, fíjate tú, fíjate qué cosas, así, de pura chiripa, voy a poder conocer todos esos puntos de interés turístico que ya conocía por las revistas de los aviones. Sí, me vendría bien un descanso.
WALKIRIA.- Flotar en las aguas del Mar Muerto.
ESTEBAN.- Como peces suicidas.
WALKIRIA.- Parece como si nos fuéramos a ir al desierto y aquí todavía no ha venido nadie.
MARTA.- Es verdad.
GLORIA.- Un premio, un premio. Tendría que haber un sorteo, aunque no hubiéramos participado, vamos, digo yo.
ELOY.- No estoy seguro de ello. Además, aquí no habla nada de un sorteo, aquí sólo menciona la palabra "premio". Son dos cosas bien diferentes. Premio implica recompensa.
WALKIRIA.- ¿Recompensa?. Pues no será a mí. Últimamente no me he portado muy bien.
ESTEBAN.- Lo dice como si se alegrara de ello.
ELOY.- Y hace bien.
LAURA.- Son las modas. Hoy en día se lleva alardear de maldad. Ya ve qué cosas. Yo debo confesar que me he quedado un poco antigua. En fin, procuro esforzarme en el bien. Por ello pensaba, creía que sí, que este viaje a Tierra Santa, al menos en mi caso, sí se trata de una recompensa de Nuestro Señor.
WALKIRIA.- Amen.
GLORIA.- Bueno, ¿y qué se hace en estos casos?
LAURA.- Esperar, depende de para qué.
GLORIA.- Veinte minutos, en todo caso. Les advierto que soy una mujer que sólo espera veinte minutos, no más.
ANDRES.- Yo menos, yo sólo quince, quince minutos.
ELOY.- Pues yo ni eso, yo ni eso. A mí si me hacen esperar más de cinco, me voy por donde he venido.
MARTA.- Pues yo espero dos horitas, si merece la pena.
WALKIRIA.- Llevamos un buen ratito.
ELOY.- Sí, un buen ratito.
GLORIA.- Y nadie.
LAURA.- Nadie.
ANDRES.- Nadie.
GLORIA.- Bueno, definitivamente esto parece una tomadura de pelo. ¿Qué hacemos?.
ELOY.- Bueno, ¿entonces?.
MARTA.- ¿Entonces?.
ELOY.- Nos vamos, ¿no?.
GLORIA.- Sí, es lo suyo. Sólo nos faltaba perder toda la tarde por esta tontería del premio.
O S C U R O
3 El mismo lugar al cabo del tiempo
ANDRES.- Tengo entendido que los beduinos practican la poligamia. Compran las mujeres para sus hijos a cambio de camellos.
LAURA.- Los beduinos, gente muy religiosa y hospitalaria.
ANDRES.- Pero eso sí, polígama.
ELOY.- Y nómada.
ANDRES.- Efectivamente, uno de los pocos pueblos nómadas que perviven. Si mal no recuerdo.
WALKIRIA.- Pues a mí me encantaría siempre estar de un lado para otro.
MARTA.- Pobre gente, tener que cambiar cada dos por tres de lugar.
GLORIA.- Bueno, todo depende de cómo se miren las cosas. Hay quien sostiene que esa itinerancia es el estado natural del hombre. Lo de echar raíces resulta, para algunos, una idea algo forzada.
ELOY.- Y peligrosa.
GLORIA.- ¿Peligrosa?
ELOY.- Me producen pánico los que manifiestan demasiado empeño en cultivar lo que ellos llaman "sus raíces". Siempre acaba la cosa mal. En Masada, sin ir más lejos.
MARTA.- ¿Acaso careces tú de ellas?
ELOY.- Supongo que no. Pero no voy a molestarme en averiguarlas.
MARTA.- ¿No te interesa saber de dónde vienes?
ELOY.- Prefiero saber a dónde voy a ir.
WALKIRIA.- Al desierto.
ANDRES.- Digo yo que es legítimo defender lo que es de uno. Aquí existía una cultura autóctona. Yo reivindico mi condición celtibérica.
GLORIA.- Si quiere le llamamos Viriato.
ANDRES.- Ríanse si quieren...
WALKIRIA.- ¿Y quién es Viriato?
ELOY.- Un garrulo que les tiraba piedras a los romanos. Con lo bien que vivíamos con los romanos. Nos lo dieron todo, los romanos.
MARTA.- Parece que te gustan.
ELOY.- ¿Cómo?
MARTA.- Los romanos.
ELOY.- ¿Qué?
MARTA.- No, digo que se ve que admiras la cultura latina.
ELOY.- Nos dieron su lengua ergo toda una forma de ver el mundo, toda una forma de pensar. Qué lengua la de los romanos.
LAURA.- Pues yo prefiero pensar y rezar en español.
WALKIRIA.- Los romanos, esos sí que eran unos okupas con k, que no.
GLORIA.- En las raíces falta el aire.
WALKIRIA.- Hasta en el aire falta el aire.
ESTEBAN.- Raíces, raíces, busquemos nuestras raíces. Raíces, raíces, busquemos debajo de nuestros pies. ¿Por dónde empezamos? Sabe, en el desierto no existen las raíces. Podíamos perder la estabilidad. Entonces, si perdemos la estabilidad, ¿qué entonces?. Podíamos caer como árboles talados. (Esteban se tira al suelo)
LAURA.- Pues yo no sé cómo puede vivir la gente que no echa raíces. Hay que tener raíces, saber que hay gente, aunque no sean muchos, gentes que todavía, aunque no esté bien visto, gentes que defienden las tradiciones, sí, todavía queda gente así, pocos, pero quedan, gentes que reconozco en la parroquia, sí, en mi parroquia, gentes que reconozco en la cafetería donde los domingos meriendo tortitas con nata y chantillí, sí, después de misa, gente, en fin, que reconozco en mi pequeño comercio, mi pequeño comercio como David contra Goliat, situado junto a unos grandes almacenes, pero, ya digo, todavía queda gente que prefiere comprar en mi pequeño comercio porque esa gente, ya digo, defiende la tradición.
ESTEBAN.- Sí, igual que los zelotes en Masada. El gobernador romano Flavio Silva decidió asediar la fortaleza judía. Los romanos levantaron campamentos en la base de la roca, así, como una torre de asedio. Defendidos por ésta, se lanzaron con un ariete contra la pared de la fortaleza, consiguiendo abrir una brecha. Este fue el principio del fin. Aquella noche, Eleazar Ben Yair, jefe de los zelotes, arengó a su gente: "Hace tiempo que hemos decidido no ser esclavos de los romanos ni de nadie. Dejemos la vida juntos y libres". Entonces los hombres degollaron, después de abrazarlas y besarlas, a sus mujeres y a sus hijos, y a continuación se quitaron la vida a sí mismos. Cuando los romanos llegaron a la cima, a la mañana siguiente, no encontraron más que el silencio.
(Silencio)
Y es o es todo. Ya, ya se ha terminado la historia. ¿Por qué me miran de ese modo?. Creo que sé en lo que están pensando. ¿Qué hacemos nosotros aquí escuchando estas historias? ¿Por qué no nos vamos?. ¿Quién es el responsable?. Sí, eso mismo digo yo, ¿quién?. Les voy a proponer una adivinanza. Un juego. ¿Quién creen ustedes que es quien nos ha convocado?. ¿Quién?.(Silencio)
Verán, ahora la cosa se pone muy emocionante, como en una novela de intriga, soy un gran aficionado al género, las devoro. Últimamente incluso he llegado a aventurarme a escribir algunos relatos en los que se plantean enigmas similares: ¿Quién?GLORIA.- ¿Qué trata de decir?
ESTEBAN.- ¿No creen ustedes que podría darse la circunstancia de que no se hubiera producido ningún sorteo?. ¿De que alguien por alguna oscura razón hubiese tenido interés en hacernos venir precisamente a nosotros?. ¿A nosotros mismos?.
MARTA.- ¿Y qué razón puede haber para que alguien quiera juntarnos precisamente a nosotros?
ESTEBAN.- Puede que nos haya convocado una persona diferente. ¿Usted qué cree?. ¿Quién?.
MARTA.- Yo no creo nada. Es usted el que está jugando al suspense.
ESTEBAN.- ¿Quién?
LAURA.- Vamos, deje ya de enredarse con la imaginación. Eso no lleva a nada bueno.
ESTEBAN.- Probablemente, pero ya es irremediable. ¿Quién?
ELOY.- Pero no puede ser. ¿Está sugiriendo que todo esto no es más que un montaje, acaso una broma, de algún desconocido?
ESTEBAN.- O de algún conocido. ¿Quién?
LAURA.- Pero qué imaginación más calenturienta tienen algunos. ¿Por qué nos cuesta tanto pensar lo más sencillo?
ESTEBAN.- ¿Y qué es lo más sencillo, si puede saberse?
LAURA.- La providencia.
ESTEBAN.- ¿Quién?
LAURA.- La providencia.
ESTEBAN.- ¿Quién?
LAURA.- La providencia.
ESTEBAN.- ¿Quién?
LAURA.- La ...
ESTEBAN.- ¿Quién?
(Silencio)
Tengo la impresión de que todos conocen la respuesta, pero tienen miedo de aceptarla. (A Laura). ¿Y también se debe a su providencia que aquí todavía no haya aparecido nadie a dar una explicación?. ¿Quieren una explicación?. Aquí la tienen. (Esteban sale de escena y vuelve disfrazado de presentador de circo, de mago)ANDRES.- ¿Usted?
ESTEBAN.- Ustedes.
ELOY.- ¿Nosotros?
ESTEBAN.- La palabra ilusión viene del latín ludere: jugar. Esta, a su vez, proviene de la palabra ilussio, que quiere decir engaño.
WALKIRIA.- ¿Engaño?
ESTEBAN.- ¿Sabe lo que es un espejismo?. Una apariencia de realidad. Un espejismo en medio del desierto. Como un oasis imaginado.
ANDRES.- Haga el favor de hablar con claridad.
ESTEBAN.- Eso trato de hacer, aunque, debo ir poco a poco.
ELOY.- ¿Pero de qué está hablando?. ¡Está usted para que le encierren!
ESTEBAN.- Así estamos todos: encerrados en esta desabrida sala de un edificio que parece abandonado como los viejos teatros de repertorio. No hay nadie en el edificio. Encerrados como los últimos de Masada, pero casi sin reparar en ello, encerrados mientras esperamos, esperamos que alguien nos dé alguna señal, alguna señal de qué, un viaje al desierto, bien, por qué no, cómo que porque no, y por qué no porque sí, por qué no aceptar que lo deseamos ardientemente, que confiamos, pero no, preferimos pasar el tiempo divagando, bromeando, especulando irónicamente desde la soberbia de una supuesta superioridad. Laura lleva razón, ¿tanto trabajo nos cuesta aceptar el milagro?, sí, el milagro, pero ustedes ríen, pero esa risa, amigos, esa risa es muy endeble porque detrás, detrás de toda esa máscara de suficiencia no hay nada. ¿Y sabéis por qué?. Porque hemos perdido la capacidad de emocionarnos. Estamos completamente perdidos. Por eso acudimos, sin aceptarlo, a un reclamo como este en un desesperado intento de recuperar una ilusión perdida. Perdimos todas las ilusiones: la ilusión en las ideologías emancipadoras, la ilusión en las utópicas alternativas a la vida cotidiana, la ilusión en la sacralización del éxito profesional, la ilusión en el arte como una de las más certeras vías de conocimiento, la ilusión en la religiosidad establecida, la ilusión en la posibilidad de vivir al margen del sistema. Nada. Nos hemos hecho mayores demasiado pronto. El miedo es así: el miedo. Hace falta valor, mucho valor para nadar contracorriente. Nosotros, como los peces del Jordán, hemos desembocado en las aguas del Mar Muerto.
(Silencio. El grupo parece haber acusado el golpe)
ANDRES.- ¿A qué viene esto?LAURA.- ¿Quién es usted?.
ELOY.- Un iluminado. Muy bien, Esteban. Puede que nuestra situación sea tan precaria como la pintas. ¿Te piensas a salvo de ella? Muy bien, sea, aceptado, vivimos en un mundo sin ilusiones. ¿Y tú?. ¿Y tu mundo? Puede, efectivamente, que nuestras convicciones estén fabricadas de cartón piedra, pero tú, dinos, si puedes, ¿en qué crees tú?.
ESTEBAN.- En vosotros.
MARTA.- ¿En nosotros?.
ANDRES.- Compañeros, no le hagamos caso, no le miremos, no le escuchemos. Boicot.
GLORIA.- Hablemos de nuestras cosas con naturalidad.
ELOY.- Sí, con naturalidad.
LAURA.- De nuestras cosas.
MARTA.- Sí, de nuestras cosas.
ANDRES.- Con naturalidad.
WALKIRIA.- Sí, con naturalidad.
LAURA.- De nuestras cosas.
ELOY.- Sí, de nuestras cosas.
MARTA.- Una cosa es la extravagancia y otra la grosería.
GLORIA.- Qué pensáis.
ELOY.- ¿De qué?
GLORIA.- De todo esto.
ANDRES.- Todo para ésto, para escuchar a un charlatán echando su sermón.
MARTA.- Sistemas nuevos.
ELOY.- No estoy seguro.
WALKIRIA.- Alguna secta.
LAURA.- Pudiera.
GLORIA.- Un predicador.
ANDRES.- Un arreglamundos.
ELOY.- Un bufón.
LAURA.- Un patoso.
MARTA.- Un cuentista.
WALKIRIA.- Todo esto es una broma.
ANDRES.- ¿De quién?
ELOY.- Tal vez nos están poniendo a prueba.
GLORIA.- ¿Quiénes?
MARTA.- La agencia.
GLORIA.- Algún concurso, qué sé yo, si aguantamos sin irnos, premio.
LAURA.- Me había parecido un pobre hombre, un poco raro, pero en el fondo un pobre hombre, y ahora, mira tú ahora, mira por dónde el pobre hombre...
ELOY.- Sigue siéndolo, él no debe ser más que un pobre contratado, tiene bien aprendido su papel.
ANDRES.- No habrá cámaras por aquí, cámaras ocultas de la televisión.
WALKIRIA.- Dice que hemos perdido las ilusiones.
ANDRES.- Las habrá perdido él.
LAURA.- Se cree el ladrón...
GLORIA.- Dice que nosotros somos su ilusión.
MARTA.- Pues que no se haga ilusiones.
WALKIRIA.- Dice que estamos esperando sin saber por qué.
ANDRES.- Pues sí señor, esperamos, esperamos todo lo que haga falta.
GLORIA.- Sí, esperamos.
ELOY.- Oye, ya hemos esperado un buen rato.
GLORIA.- Sí, yo más de veinte minutos.
ANDRES.- Y yo de quince.
ELOY.- Y mis cinco qué.
LAURA.- Lo suyo es marcharse.
GLORIA.- Lo suyo.
ANDRES.- Sí, claro, lo suyo.
MARTA.- No estoy de acuerdo, lo suyo no es que ahora nos vayamos, lo suyo es que ahora él se vaya, lo suyo de él.
WALKIRIA.- El es el que se tiene que ir.
ANDRES.- Desde luego, somos mayoría, él es el que está de más.
GLORIA.- No, no, que ahora no se vaya, antes que nos diga que hay detrás de todo esto.
ELOY.- Sí, eso, que hable.
MARTA.- ¿Qué es lo que pretende?.
ESTEBAN.- Juego. Tomarse demasiado en serio conduce al estancamiento. Ahora están todos pendientes de mí. Tengo que reconocer que es una sensación que me llena de satisfacción. Ahora me prestan atención, una atención absoluta. (A Eloy). Tal vez en estos momentos "esté siendo capaz de concretar los deseos latentes" de ustedes seis. ¿Quién sabe?.
LAURA.- Este hombre está endemoniado.
ESTEBAN.- Soy Asmodeo, el diablo del desierto.
ANDRES.- Usted es un payaso.
ESTEBAN.- Efectivamente. Y ustedes los equilibristas, los malabaristas, los contorsionistas...
ELOY.- Como una regadera.
ESTEBAN.- Les voy a empapar. Mójense, mójense.
GLORIA.- ¡Ya es suficiente!. ¡No hay derecho!.
ESTEBAN.- No hay derecho, no hay derecho, ¿necesitan abogado?, aquí tienen abogado, confíen, confíen en mí, ahora puedo resolverles cualquier causa, cualquier caso, dispongo de muchos recursos para defender su caso, todo se puede justificar, ¿esta prolongada espera?, no se preocupen, aquí nadie les ha visto, aquí no han estado nunca, no hay testigos, ni siquiera acusación, descuiden que son inocentes de todo, ustedes sí, de absolutamente todo, aunque alguien o algo, claro, tiene que ser responsable de toda su situación, necesitamos culpables, de eso me encargo yo, déjenlo todo en mis manos, una coartada perfecta he guardado en mi chistera de abogado defensor.
(Esteban parece muy afectado e inesperadamente estalla en una gran carcajada)
GLORIA.- Esto es inexplicable.ESTEBAN.- Busquemos, busquemos una explicación.
MARTA.- Pero a qué viene todo este número.
ESTEBAN.- Este número lleva premio. Seis iguales para hoy.
WALKIRIA.- Yo me quiero ir. Tengo miedo.
ELOY.- Lo mejor será no hacerle caso.
ESTEBAN.- Lo mejor para qué.
MARTA.- ¿Qué es lo que quiere?
ELOY.- ¡Hable de una vez!
LAURA.- No. Demasiadas palabras. Las palabras siembran la duda, nos pierden.
GLORIA.- No. Las palabras sirven para entendernos. ¡Hable!
ESTEBAN.- Con las palabras nos fabricamos nuestros propios cuentos. Así este titulado "Encadenamiento".
(Esteban va sacando unos muñequitos a medida que recita el cuento)
ANDRES.- Lo que nos faltaba.ESTEBAN.- A MARTA le tocó un viaje al desierto.
MARTA acudió a recoger su premio. Sin creer
demasiado en el asunto, pero en fin,
mejor que quedarse en casa, por qué no, puede que así,
pensó MARTA en sus adentros, cambie un poco
esta rutina que cada día me invade
un poco más y no es ésto, yo no creo
que ésto sea lo que quiero. O sí.
Voy a saberlo. Y acudió. Y encontró
a otros premiados allí.Como ELOY que estaba según decía
para divertirse un rato. Pero nada más.
ELOY, en la cresta de la ola, quiso
viajar al desierto, tal vez porque se cansó
de su esfuerzo, algo forzado, por no ser
uno más de los mortales. Que me organicen un poco
lo que organizar no sé, se dijo.
Y así acudió. Y se encontró
a otros premiados allí.Como LAURA, la creyente, mujer austera
y segura, aunque puede que no tanto,
porque LAURA, deseaba viajar hasta Tierra Santa
para renovar su fe, y también porque algo en ella
le empujaba a abandonar
al menos por unos días, su manera de vivir
más rancia que el mostrador
de su pequeño comercio. Un poco de aire, se dijo,
no me vendrá nada mal. Y acudió.
Y se encontró
a otros premiados allí.GLORIA, mujer de su tiempo, desenvuelta
y funcional. Sabía lo que quería
se empeñaba en demostrar. Su vida era un ejemplo
para todos los demás. ¿Pero era eso cierto
o no? Se lo llegó a preguntar
casi sin caer en ello,
aunque lo llegó a pensar.
Por eso lo dejó todo aquel día
y acudió.
Y encontró
a otros premiados allí.ANDRES, el irreductible, por delante
sus principios, y detrás su frustración.
Proclamó a los cuatro vientos
que ese viaje al desierto era manipulación.
El se habría de enfrentar
a ese engaño. Pero puede que quisiese
enfrentarse a sí mismo, o a otro engaño
antes que a esa cuestión.
Puede, quien sabe, es el caso
que acudió.
Y se encontró
a otros premiados allí.WALKIRIA, una muchacha, de familia
acomodada y formal con la que no estaba
conforme fingía y es esa inconformidad
le llevó hasta la agencia
para encontrar en el viaje prometido
alguna cosa más propia
que su propia voluntad.Por eso acudió.
Y allí encontró
a otros premiados allí.Y allí todos los premiados
allí se encontraron todos
con alguien
que les contó
este cuento
titulado
como digo
"Encadenamiento", o si les gusta, "Destino Desierto".
Bien, ¿qué tal?GLORIA.- ¿Este quién es?
ESTEBAN.- Un cuentista, ¿no lo ve?
ELOY.- Esto es una tomadura de pelo. Alguien ha debido gastarnos una broma.
MARTA.- Sí, pero quién.
ELOY.- Alguien que nos conoce.
ANDRES.- Yo a este hombre no le conozco de nada.
LAURA.- Ni yo.
WALKIRIA.- Ni yo.
GLORIA.- Yo me voy.
MARTA.- Está claro.
ESTEBAN.- El cuento no ha terminado. El cuento prosigue.
En el cuento ya digo se encuentran
a un hombre llamado Esteban que les dice a los seis premiados
les dice basta de cuentos
les dice a los seis premiados les dice
que parecen personajes
personajes les dice
de tanto que se aferran a lo que se creen que son
les dice Esteban les dice que para viajar al desierto
tienen que dejar de lado a esos pobres personajes
que ellos mismos se han creado
les dice a los seis personajes que parecen
personajes en una representación.WALKIRIA.- ¿Dónde está?.
MARTA.- Está jugando con nosotros. Nos han debido echar algo en el café.
GLORIA.- ¿En qué café?.
MARTA.- No, claro, no hemos tomado café.
ELOY.- Debe ser un hipnotizador. A mí no me hipnotiza nadie. Entérese, señor Houdini.
ANDRES.- Ni a mí. No soy un alienado.
MARTA.- Estamos lúcidos, ¿no?.
GLORIA.- Pues claro.
MARTA.- Bueno, pues desde la lucidez, desde la lucidez creo que ha llegado el momento, vamos, esa es mi opinión, no sé lo que pensará la mayoría, pero, vamos, creo que ha llegado el momento de hacer algo.
LAURA.- Sí, todo tiene un límite.
GLORIA.- Pero es aquí tiene que haber un responsable.
WALKIRIA.- Sí, alguien que nos diga algo.
GLORIA.- Veinte minutos, en todo caso. Les advierto que soy una mujer que sólo espera veinte minutos, en todo caso.
ANDRES.- Yo menos, yo sólo quince, quince minutos.
ELOY.- Pues yo ni eso, yo ni eso. A mí si me hacen esperar más de cinco, me voy por donde he venido.
MARTA.- Pues yo espero dos horitas, si merece la pena.
WALKIRIA.- Es que ya llevamos un buen rato.
ELOY.- Sí, un buen ratito.
GLORIA.- Y nadie.
LAURA.- Nadie.
ANDRES.- Nadie.
GLORIA.- Pero es aquí tiene que haber un responsable.
WALKIRIA.- Sí, alguien que nos diga algo.
ELOY.- Ahora se va a poner a jugar a los teatros, no por favor, ya somos mayorcitos, la gente no está para teatros, por favor, no se ponga ahora a jugar a los teatros, por favor. Recuerdo una obra que representamos en el colegio, "El Gran Teatro del Mundo", salía el personaje del Autor, lo hacía don Tomás, el profesor de literatura, sí, igual que tú, Esteban, repartía los papeles. Yo hice el personaje de la hermosura: "Sólo en tu concepto estamos, ni animamos, ni sentimos, ni tocamos, ni decimos, ni del bien y el mal gozamos".
ESTEBAN.- ... Yo, bien pudiera enmendar
los yerros que viendo estoy;
pero por eso les di
albedrío superior a las pasiones humanas ...ELOY.- No me hagas reír Esteban albedrío superior qué es eso del albedrío superior qué ingenuo de verdad crees que existe esa cosa dices Esteban tú nos llamas personajes y en parte tienes razón no somos más que eso juguetes muñecos ahora más que nunca ahora bajo esta democrática apariencia de tolerancia no por favor no nos dejemos engañar ahora más que nunca estamos completamente manipulados conozco la fragilidad la vulnerabilidad de nuestro cerebro para que se impresionen en él cualquier clase de estímulos de mensajes todos estamos manipulados así que qué nos vienes a contar qué responsabilidad tenemos nada no decidimos nada absolutamente nada existen condicionantes genéticos biológicos culturales condicionantes a mí ahora este propio discurso todo esto está condicionado todo en mí soy como un robot todo en mí es la respuesta a una información subliminal todo en mí desde mi vida pública profesional hasta lo más íntimo todo ha sido diseñado por los más sagaces publicistas todo es publicidad hasta mi propia sexualidad sí ya sé que parece una opción libre pero no no no yo respondo yo me muevo condicionado yo no tengo la culpa de nada yo no sé si me explico quiero explicarme quiero no sé todo todo yo qué sé alguien sabes Esteban alguien ha creado un gran spot de escala mundial el más convincente de los spots publicitarios y ese spot de forma definitiva logra satisfacer nuestro deseo más latente no pensar no pensar no actuar y así yo un personaje creado yo Eloy el creativo alguien que se dedica a precisamente a crear a crear modelos que otros adoptan creyendo propios sí yo ahora sé que yo también soy el resultado de un creativo de alguien que nos manipula para formar parte de una estadística inevitable todo está absolutamente previsto todo de dónde si no me viene la afición por la ópera de dónde por el pop británico de dónde por la fiesta nacional de dónde por Andy Warhol tú crees que yo podría permitirme sentarme en la grada de un estadio ponerme un gorro y una bufanda y gritar como un energúmeno gol tú crees que yo podría permitirme ir a la Pedriza con mis sobrinos de excursión a comer filetes empanados tú lo crees. Tú crees que podría permitirme hacer algo distinto a lo que se espera de mí. Tu crees que podría. Tú crees que podría. Tú crees que podría. Tú crees que podría. Gracias.
GLORIA.- Mujer con ambiciones profesionales, estresada, insatisfecha, informada, al día teórica y práctica a la vez revistas culturales actividades culturales causas humanitarias tarjetas de crédito clases de inglés de francés y he empezado el catalán los viernes dos periódicos y los sábados tres y suscrita a seis revistas que no puedo ni hojear no puedo más estoy harta, ya está, en algún momento tenía que explotar. Todo me da igual. Que una tiene que ser un monigote inventado por un pobre infeliz, pues hala, mucho mejor. Pero entérese, señor inventor, a partir de este momento yo, de jefe de optimización del rendimiento personal, nada, mucho menos jefe de optimización del rendimiento general, personal y material, menos, porque ese verbo, optimizar, no significa nada. Monigote, que una es un monigote, pues toma monigote, ahí me pienso quedar, en casa todo el día tumbada en mi yacuzzi, sí, ¿qué pasa?, tengo un yacuzzi, tumbada en mi yacuzzi, rebosante de los polvos mágicos de la mujer del siglo XXI. Yo, perdonadme, pero me están entrando muchas, muchas ganas de echarme a llorar.
MARTA.- Pues qué me dicen de mí... La joanbaez: antigua militante de la causa hoy convertida en una convencional ama de casa que no hace otra cosa que fumar hachís al compás de la nova cançó mientras espera a su hombre. Yo que sé, yo ya... no me importa, no me importa esperar más, esperar como siempre, esperando como siempre a todo, a trabajar, a mantenerme por mí misma, sí, por mi misma, terminé sociología, podría, hubiera podido salir de casa, pero no, no quise aprender inglés, tampoco ordenador, ni pintarme, ni ponerme tacón de aguja, ni usar ropa ceñida, ni siquiera sujetador, no, no quise salir de casa, he preferido quedarme, quedarme a esperar a mi ingeniero de sonido, y mi ingeniero de sonido por ahí, sintonizando con las jóvenes coristas de nuestros más importantes cantautores, mi compañero, que no ha querido que tuviéramos hijos, eso hay que posponerlo, no hay que traer víctimas al mundo, decía, y a mí, bueno, en parte, me convencía en parte, convencida en parte de tantas cosas, sí, un lío, no sé, ahora todo se agita en mi interior como la colada de mi automática, todo, y siento que podría, podría ser posible, todavía, ese sueño, cantar en público, salir, ganarme la vida sola, actuando, sí, siempre tuve ese deseo, esa es mi forma de expresión, y elegir yo, personalmente, sin que nadie me aconseje nada, elegir yo misma el repertorio, Madona, por qué no, le horroriza a mi compañero, y qué, Madona, lencería a la vista, provocando, expresando, seduciendo... ¿por qué no?.
ANDRES.- Irreductible, mujeriego, resentido, alcoholizado. Sí, bebo, bebo considerablemente, sobre todo desde que dejé el sindicato. Bueno, me aconsejaron que lo dejara. No sé qué tengo, mi personalidad, tengo mucha personalidad, no me gusta bajarme los pantalones así como así, bueno, eso es lo que tengo que terminar creyéndome para justificar que se me vayan cerrando las puertas una detrás de otra, ahora, por si quiere saberlo, ahora, sabe qué hago para transformar la realidad, ahora me quedo en casa delante del televisor, así, un gin-tonic en la derecha, el mando a distancia a la izquierda, y así, tan fácil, así a cambiar el mundo. ¿Sabía eso?. ¿Lo sabía? Pues claro, usted no sabe nada, nada, porque a usted no le interesa nada de nadie, sólo usted, a usted lo único que le interesa es pintarnos esquemáticamente, eso sí, con mucha ironía. Así debe sentirse por encima del bien y del mal. Debe producirle una gran satisfacción reírse, que se rían de nosotros. ¿Y usted, de usted quién se ríe?. ¿Quién?. ¿Quién?. ¿Quién?. ¿Quién?.
WALKIRIA.- No sé, no sé qué es lo que usted, no sé lo que usted, usted, qué soy, se cree que soy, no sé, una chica de buena familia, que juega a ser radical, pero todo un poco de pega, un disfraz, sí, de quita y pon, como este tatuaje, de quita y pon, "time is on my side", yo, yo ya soy mayorcita, esta calcomanía, así, un poco de saliva y fuera, de quita y pon, como mi nombre, Walkiria, fuera, fuera, ya no, ya no me apetece llamarme así, a partir de ahora pueden llamarme Mercedes, sí, María de las Mercedes, qué pasa, ¿y si me gustase más? Pues sí, ese es mi nombre, y si me gustase mi nombre, y si también me gustase bañarme en la piscina del chalet de mis padres, y si me gustase incluso merendar con mis propios padres en el porche del precioso jardín del chalet de mis padres, pero mis padres... nunca están... sí, y si lo prefiriese a tener que pasar la tarde bebiendo cerveza en una casa okupada, con k, atestada de okupas, también con k, y okupadas, con k, porque todos esos okupas con k, no son mis padres, y si prefiriese estar con mis padres... como de pequeña... en la piscina del chalet de mis padres, allí se respira la higiene, se respira un olor a césped recién cortado, se respira el higiénico olor de las cremas protectoras, y sobre todo, sobre todo el olor, me encanta ese olor, el olor al cloro, sí, el olor al cloro de la piscina del chalet de mis padres es una auténtica gozada. ¿Y si me gustase todo eso, que no?
LAURA.- Personajes, personajes... Pero hay cosas serias, puede que para una persona como usted no lo sean. Pero son cosas de verdad. Sentimientos. Yo no sé de qué emoción habla, sólo sé que sé sentir sentimientos, y con eso usted no puede jugar. Yo, perdonadme, pero estoy un poco emocionada, aunque este sujeto no se lo crea, yo, veréis, a mí este viaje, bueno, pues es verdad lo que dijo, lo que dije de este viaje. Desde hace mucho tiempo tenía la ilusión, teníamos mi madre y yo, teníamos la ilusión de viajar a Tierra Santa. Ya ve, ya ve qué divertido, qué bromita tan divertida. Cuando se lo dije a mi madre, precisamente el otro día en la tienda, por teléfono se lo dije: "mamá, esto es casi un milagro, mamá, un milagro, la pena, mamá, es que tú ahora, bueno, no estás en condiciones de viajar". Y ella, mi madre, enferma, mi madre me dijo: "no importa, hija, no importa, ve tú. Sólo te pido, sólo te pido que en este frasquito", este frasquito que aquí llevo, un frasquito de medicamentos, "que en este frasquito, hija, me traigas un poquito de arena de Tierra Santa, seguro que me alivia el dolor".
ESTEBAN.- Podrá recoger su arena.
LAURA.- No creo.
ESTEBAN.- ¿Y su fe?
LAURA.- No sé, demasiada culpa.
ESTEBAN.- El miedo, el miedo es la única ilusión, la raíz. Algún día podremos arrancarla. Algún día. Estoy seguro. Sobre la superficie del Mar Muerto flotan peces suicidas. No quisieron nadar contracorriente
ANDRES.- Qué cosas.
WALKIRIA.- Ya nos lo hemos dicho todo.
GLORIA.- Estamos bien.
LAURA.- Mejor que bien.
ELOY.- Ligeros.
WALKIRIA.- Sí, flotando, flotando sobre las aguas del Mar Muerto, pero más vivos que nunca.
ANDRES.- Yo me siento como un beduino encima de un camello.
LAURA.- Yo como un camello a la sombra de una palmera.
GLORIA.- Yo como una palmera acariciada por el viento.
MARTA.- Yo como el viento levantando la arena.
WALKIRIA.- Yo como la arena levantada por el viento.
ELOY.- Sí, como un grano de arena, el más anodino de todos los granos de arena del desierto, uno más del montón, del montón de granos de arena del desierto, no un grano moderno, no un grano creativo, no un grano vanguardista, no un grano de diseño, nada, quiero renunciar a todos mis papeles, a todos, incluido el de la hermosura.
LAURA.- El desierto.
MARTA.- El desierto.
WALKIRIA.- El desierto.
GLORIA.- El desierto.
ESTEBAN.- Sí, el desierto. La Tierra Prometida a su alcance. Señoras, señores, ante ustedes el desierto, el inmenso, el poderoso desierto con el que han sido obsequiados. Adelante, sólo se requiere un poco de arrojo para adentrarse en él. La aventura está garantizada. Sorpréndanse. Déjense sorprender. Les aseguro que no serán los mismos cuando regresen. ¿No quieren intentarlo? Vamos, señoras, señores, a qué esperan. ¿Temen no ser los mismos? ¿Los mismos? ¿Quiénes? Adelante, les aseguro que es posible, absolutamente posible cambiar de papel. Siempre es posible. Sólo es necesario emprender la expedición con pasos certeros. Pequeños pasos de alegría. Ahora un paso pequeño de valor, ahora de sinceridad, ahora un paso de humildad, otro de confianza...y sobre todo una fe inquebrantable en la libertad. Sorpréndase. Déjense sorprender. La sorpresa siempre nada contracorriente, pero termina imponiendo su fuerza, su razón. Vamos, atrévanse a conocer las fulgurantes grutas de lo inesperado, habiten lo imprevisible, adelante, sin pensarlo más. Vamos, decídanse, aprovechen esta oportunidad. No todo el mundo ha tenido la suerte de llegar hasta aquí, y son ustedes, no olviden los que han decidido hacerlo.
O S C U R O
© (2002) Ernesto Caballero
ÍNDICE